“Lo que más nos preocupa es la salud de nuestra población”, Alberto Fernández

(www.Enter-ate.com.ar – General Pico – CABA – Olivos) En conferencia de prensa llevada a cabo en la Residencia de Olivos –en el norte del conurbano de la más populosa provincia argentina como es la de Buenos Aires-, informó que en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) –que engloba a la capital del país conjuntamente con cuarenta municipios del primer; el segundo y el tercer cordón del conurbano bonaerense, en donde viven casi quince millones de habitantes- continúa la cuarentena en la Fase 3, es decir, el mismo nivel que hasta ahora; mientras que en el resto del país se avanzará a la Fase cuatro, que aumenta la cantidad que actividades que se pueden retomar.
Acompañaron en la rueda de prensa, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quienes detallaron la forma en la que se comenzará a incorporar algunas actividades de forma paulatina en sus distritos.
El Presidente señaló que en esta nueva etapa “es muy importante la conducta ciudadana, la responsabilidad de cada uno de nosotros y cada una de nosotras, porque si no el riesgo se multiplica”.
“Los argentinos y argentinas han escuchado el pedido de cuidarse y cuidar a los otros, y lo han hecho de manera magnífica. Tenemos mucho orgullo del comportamiento de nuestros ciudadanos, y estamos logrando los objetivos”, señaló.
“La duplicación del contagio promedio a nivel nacional ha alcanzado los 25 días, hemos logrado fortalecer el sistema de salud y con eso hemos ganado tiempo como sociedad para prepararnos”, explicó el mandatario.
Empero, señaló que “ese resultado no es igual en todas partes”, e indicó que “el 86 por ciento de los casos se concentra en el AMBA”, por lo que se tomarán estrategias diferentes en esa región.
“Toda la Argentina, salvo el AMBA, pasa a la fase cuatro, mientras que el AMBA sigue en la fase tres. El objetivo no se ha podido lograr, ya que allí la densidad demográfica es muy grande”, anunció.
Lo que implica que en el Área Metropolitana de Buenos Aires para habilitar comercios y empresas, el Gobernador y el Jefe de Gobierno deberán consultar con el Poder Ejecutivo Nacional que analizará si se dan las condiciones sanitarias adecuadas para que la actividad vuelva a funcionar. En esa región continuará prohibido el transporte interjurisdiccional, salvo quienes tienen tareas esenciales.
Mientras tanto, en la Argentina profunda las decisiones quedarán en manos de gobernadores e intendentes.
“Anexando una serie de protocolos de actividad, y lo único que deberán verificar los gobernadores es que esos protocolos sean cumplidos y verificar que se siguen cumpliendo”, detalló el Primer Mandatario.
“Queremos que no se utilice el transporte público. Las industrias que quieran reabrirse deberán ocuparse del traslado de sus trabajadores hasta el lugar de trabajo”, remarcó Fernández.
Además, el Jefe del Estado informó que todas las personas que vuelvan a trabajar tendrán la obligación de descargar la aplicación Cuidar, en la que se realizará un autocontrol y un seguimiento sanitario de esa persona. “Esto lo detallará el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en los próximos días”, puntualizó.
Por su parte, Rodríguez Larreta aseguró que valora “mucho el trabajo en conjunto que estamos llevando desde el primer día tanto con el gobierno nacional, con el gobierno de la provincia, y con los municipios del conurbano. Estamos trabajando en equipo y creo que es esa una de las razones del resultado que estamos mostrando todos”.
El gobernador Kicillof señaló “que un aprendizaje de esta cuarentena y esta pandemia es que la mejor vacuna son las medidas de distanciamiento, pero sobre todo la solidaridad y el Estado presente”. Destacó además que “estamos logrando en casi todos los casos una unidad de la dirigencia política”.
Participaron además el titular de la fundación Huésped, Pedro Cahn, y la embajadora Especial de la OMS sobre Coronavirus para Latinoamérica y el Caribe, Mirta Roses, en representación del comité de expertos y científicos a los que el Presidente consulta de forma permanente, y a quienes les agradeció por su trabajo.
A nivel nacional seguirá suspendido en todo el país el dictado de clases presenciales en todos los niveles y modalidades; y los eventos masivos públicos y privados, ya sean sociales, culturales, recreativos, deportivos, o religiosos.
También continuarán cerrados los centros comerciales, cines, teatros, centros culturales, bibliotecas, museos, restaurantes, bares, gimnasios, y clubes.
A su vez, las fronteras seguirán cerradas para el ingreso de extranjeros, y el ingreso de los residentes continuará requiriendo de un aislamiento obligatorio absoluto de 15 días. Continuará suspendido el transporte de pasajeros aéreo de cabotaje e internacional, y el terrestre interurbano de media y larga distancia.
Seguirán sin poder llevarse adelante a nivel nacional las actividades turísticas, cerrados los parques, plazas y espacios similares.
Además, las y los trabajadores mayores de sesenta años, embarazadas o personas incluidas en los grupos en riesgo (definidos por el Ministerio de Salud) están dispensados de concurrir a sus puestos de trabajo. Y tanto la Administración Pública Nacional como las provinciales seguirán funcionando con las dotaciones mínimas establecidas.
Sobre la situación a nivel de la actividad económica el mandatario nacional señaló que: “A todos nosotros la economía nos preocupa, sabemos el padecimiento de los que no la están pasando bien, y por eso hemos prestado mucha atención para llegar a quienes más lo necesitan”.
“Conocemos el problema que la economía atraviesa frente al efecto de la cuarentena, pero lo que más nos preocupa es preservar la vida de nuestra gente”, remarcó.
“Creo que el éxito es que los argentinos comprendieron el problema y el riesgo. La gente eligió cuidarse al quedarse en su casa. Esto es una epopeya del pueblo argentino”, concluyó el Presidente.
Así las cosas, el Presidente dejó en claro que “nadie me torcerá el brazo”, una obvia alusión sin necesidad de nombrarlos a un segmento de empresarios; dirigentes políticos de la oposición –los menos, en rigor de la verdad- y un grupo de periodistas que durante las últimas semanas sembraron dudas acerca de la efectividad del aislamiento –que se cumple desde el pasado veinte de marzo- y con la entendible argumentación de que “muchos tienen que romper –sin buscarlo- el aislamiento para buscar el sustento del día a día”, fogonearon falsamente poniendo el ejemplo del caso sueco como el rumbo a seguir.
Respecto al caso sueco, es preciso algunas consideraciones.
Con la propagación del coronavirus COVID-19, el gobierno sueco apeló a la responsabilidad de los individuos para administrar su vida social, evitando las políticas de confinamiento aplicadas en buena parte del mundo y resguardando su economía de los efectos negativos que tales medidas innegablemente generan.
En el país nórdico que en 2019 ostentaba una renta per cápita que supera los 46.000 euros, las escuelas, los parques, los restaurantes, los bares y los negocios han permanecido abiertos. Tan solo se recomendó a la población respetar el distanciamiento social, trabajar desde las casas y suspender los viajes innecesarios. La única restricción estatal fue la prohibición a reuniones de más de 50 personas. La vida cotidiana, aunque mitigada en términos de sociabilidad, no sufrió grandes alteraciones. Bajo la atmósfera de la preservación de las libertades individuales y de la convicción en la inmunidad de rebaño como horizonte para doblegar al virus, el país nórdico trazó su propio derrotero dentro de este gran laboratorio epidemiológico y social que estamos asistiendo y protagonizando.
Tomando en cuenta los resultados exhibidos hasta el ocho de mayo, Suecia registra 314 muertes por cada millón de habitantes. La situación contrasta con la de sus vecinos, cuyos gobiernos establecieron medidas de aislamiento social: Noruega 40, Finlandia 47 Dinamarca 90, siempre fallecidos por cada millón de habitantes.
En tanto, en la Argentina –a la misma fecha y cumpliendo el aislamiento de cuarenta y nueve días- registra 6 muertos por cada millón de habitantes.
(*) Alberto Bastia, Director - Propietario de www.Enter-ate.com.ar