Berna «no puede asegurar» que no haya oro ruso importado por Suiza vía Kazajstán o Uzbekistán

(www.Swissinfo.ch – Berna – Por Pauline Turuban – Dominique Soguel) Tras las revelaciones hechas por swissinfo.ch sobre el sospechoso incremento de las importaciones suizas de oro kazajo y uzbeko, el gobierno helvético admitió recientemente que no puede descartar la presencia de oro ruso en estos flujos, aunque existan sanciones. Lo anterior plantea interrogantes sobre la capacidad de control real que tiene la Confederación.

«¿Pueden la Secretaría de Estado de Economía (SECO) y la Oficina Central de Control de Metales Preciosos (CMP) descartar totalmente que el oro importado de Uzbekistán y Kazajstán no haya sido extraído de Rusia después del estallido de la guerra en Ucrania?»

Esta pregunta se planteó al Consejo Federal (Gobierno) durante una interpelación parlamentaria encabezada en septiembre por Jean Tschopp (SP, Partido Socialista) y suscrita por casi una veintena de diputados socialistas y ecologistas.

La respuesta que dio el gobierno a finales de noviembre fue la siguiente: «Suiza, como otros países que aplican las mismas sanciones, no puede descartar la posibilidad de que el oro ruso sea fundido en uno de los países mencionados e importado posteriormente a Suiza”. En otras palabras, Berna concede que es posible que el oro que se declara como originario de Kazajstán o Uzbekistán, donde ha sido procesado por última vez, pueda haber sido producido originalmente en Rusia.

Esta intervención parlamentaria es posterior a las revelaciones hechas por swissinfo.ch a principios de septiembre sobre el espectacular salto que experimentaron las importaciones de oro de Uzbekistán y Kazajstán hacia Suiza y el Reino Unido desde finales de 2021, que son básicamente los dos únicos países importadores de oro de las naciones centroasiáticas.

En opinión de diversos especialistas, estos flujos comerciales presentan un elevado riesgo de haber eludido las sanciones impuestas por Suiza y otros países al oro ruso, especialmente teniendo en cuenta la concomitancia con la guerra en Ucrania, los grandes volúmenes involucrados y los estrechos vínculos que tiene Rusia con las dos antiguas repúblicas soviéticas.

«El Gobierno reconoce los riesgos asociados a estas importaciones, pero parece incapaz de eliminarlos, lo que genera dudas sobre la supervisión que las autoridades suizas debían haber ejercido sobre los importadores de este oro», comenta Marc Ummel, responsable de materias primas de Swissaid, oenegé basada en Berna que vigila e investiga el comercio internacional de oro.

Berna aún no ofrece explicaciones sobre el cambio repentino en estos flujos comerciales. «Es un aumento en el que pueden influir varios factores», afirmó Fabian Maienfisch, portavoz de la SECO a través de un correo electrónico y añadió que «se necesita analizar periodos más largos para poder sacar conclusiones definitivas».

Los datos aduaneros que fueron analizados en la encuesta de swissinfo.ch se remontan hasta el 2010 y dan cuenta de un aumento de las importaciones que comenzó pocos meses antes de que Rusia atacara Ucrania.

De acuerdo con los datos oficiales del sistema aduanero que están disponibles, las importaciones suizas de oro procedente de Kazajstán no parecen haber ralentizado significativamente en 2024 (entre enero y septiembre se importaron 27 toneladas, frente a las 36 toneladas del mismo periodo en 2023 y las 32 toneladas del 2022).

En los tres primeros trimestres, las importaciones uzbekas de oro (85 toneladas) fueron inferiores a las de 2023 (106 toneladas), pero aún muy superiores a las de 2022 (58 toneladas).

¿Qué controles se están realizando?

Durante la interpelación, al solicitar a la Confederación detalles sobre los controles que ha realizado para garantizar que las importaciones de oro cumplan realmente con las sanciones, el Gobierno dijo: «SECO y la CMP analizan constantemente los flujos comerciales para identificar los riesgos de elusión de sanciones (…)».

Añadió que la «SECO examina sistemáticamente los indicios de violación de las sanciones y lleva a cabo investigaciones detalladas que van más allá del análisis de las cifras comerciales agregadas», pero ofreció pocos detalles sobre en qué consisten y qué abarcan exactamente estas investigaciones.

Una respuesta «evasiva», según el diputado Jean Tschopp. «El Consejo Federal (Gobierno) admite los límites de su actuación y reconoce que esta requiere una mayor diligencia, pero es difícil ver cómo lo concretizará», deploró el socialista.

Interrogada nuevamente por SWI swissinfo.ch sobre la forma en la que se llevarán a cabo estas comprobaciones en el terreno práctico, la Secretaría de Estado de Economía declinó ofrecer comentarios sobre las medidas concretas adicionales que se estarían evaluando. Detalló que estos procesos de aclaración se realizan «en colaboración con las autoridades suizas y extranjeras».

«La Oficina Federal de Aduanas y Protección de Fronteras (FOCP) no realiza controles sistemáticos, más bien se basa en los resultados de un análisis de riesgos. Las importaciones sospechosas (…) se someten a un control físico y/o a una verificación vía la solicitud de información que identifique su origen.» Se ha introducido una distinción entre el oro extraído y el oro refinado en las estadísticas aduaneras suizas para 2021, dijo SECO.

Añadió que está «a disposición de las empresas para hacerles conscientes de los riesgos», y señaló que las transacciones que tienen como fin proveer a las refinerías pueden estar sujetas a controles integrales, según lo establecido por la Ley de Control de Metales Preciosos (PMCA) y la Ley de lavado de Dinero (LBA).

La SECO no respondió a la pregunta de swissinfo.ch sobre los controles aplicados a los bancos, que adquirieron mayores volúmenes de oro kazajo y uzbeko en 2023.

¿Controles imposibles?

A Jean Tschopp no le convencen las explicaciones de Berna, pues considera que no aportan «ningún indicio de que Suiza sea capaz de establecer controles eficaces sobre estas importaciones».

«Dado el contexto, el riesgo es inherente a cualquier importación de oro de Kazajstán y Uzbekistán. Y sabemos que, una vez que el oro es refinado, los controles son prácticamente imposibles». Por ello, el parlamentario cree que impedir las importaciones de oro de ambos países estaría justificado por el principio de precaución.

Como productores de oro que son, Kazajstán y Uzbekistán tienen su propio perfil de riesgo, que no se menciona en la respuesta del Consejo Federal a los legisladores. Históricamente, en lo que respecta al metal precioso, Rusia ha sido uno de los principales socios comerciales de los dos países de Asia Central, a diferencia de países como los Emiratos Árabes Unidos, que importa oro de un amplio abanico de naciones. Un reciente informe del instituto de investigación Rand Europe concluyó que «las relaciones de Rusia con Kazajstán en materia de oro siguen siendo sólidas pese a las sanciones» e identificó participaciones rusas en las principales minas de oro kazajas.

Ante la pregunta de SWI swissinfo.ch sobre si la Confederación tenía en cuenta de algún modo las características específicas de los países centroasiáticos, la SECO refirió que «ni las importaciones directas ni indirectas de oro de Kazajstán y Uzbekistán se ven actualmente afectadas por las sanciones» y añadió que la LBMA (London Bullion Market Association, principal organismo supervisor del mercado del oro) «no ha retirado la acreditación a las refinerías GDL (Good Delivery List) de estos países», que es una lista que incluye a los proveedores que han mostrado que operan con transparencia.

La autoridad económica expresó que Suiza carece de bases jurídicas para adoptar sanciones por su cuenta.

Sin embargo, considerando que Suiza juega un rol fundamental en el sector (alrededor de un tercio del oro mundial se refina en su territorio y es sede de algunas de las principales refinerías del mundo), y siendo también una de las principales naciones importadoras del metal precioso, la Confederación Helvética tiene un papel preponderante entre sus socios internacionales en la tarea de garantizar que se respeten las sanciones, según Jean Tschopp. El legislador tiene previsto presentar una nueva interpelación ante el Parlamento suizo sobre el tema y confía en que obtendrá el apoyo de fuerzas políticas que transciendan más allá del sector de la izquierda.

Texto revisado por Samuel Jaberg. Adaptado del francés por Andrea Ornelas / Carla Wolff