“No podemos desentendernos de los que sufren”, Jorge García Cuerva

(www.Enter-ate.com.ar – General Pico – CABA – por Alberto Bastia *) “No sé cuántos somos, pero somos miles los que estamos en la calle acompañando los reclamos de los pobres”, consignaba un asistente a la multitudinaria marcha que concluyó este siete de agosto en la mítica Plaza de Mayo. 

Una Plaza de Mayo que sigue teniendo un parte de ella enrejada como si alguien tuviera miedo –sí tienen miedo de las movilizaciones- al pueblo.

En tanto Milei, mofándose de los reclamos, negando que son miles de habitantes que no llegan a fin de mes.

Mientras el Presidente Milei insiste en negar aumentos a jubilados y más beneficios a personas con discapacidad, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, exigió una “jubilación digna” para los adultos mayores y pidió no “desentenderse” de las “personas que sufren” como “los discapacitados y los enfermos”.

Por su parte, expresó que quienes revuelven en los contendores de residuos de la ciudad de Buenos Aires buscando algo para comer lo “hacen por necesidad” y no por placer.

Resulta que, para el Jefe de Gobierno de la capital argentina, el derechista Jorge Macri –primo del casi disuelto PRO- revolver en los inmensos contenedores es un delito y que quienes lo hacen tienen que dejar limpias las veredas. Si no lo hacen, les cobrarán una multa de novecientos mil pesos. 

Políticas todas que se enmarcan en el modelo que coparticipan el gobierno nacional y el de la capital de argentina; que vaya bueno recordar alberga en sus calles a más de doce mil personas viviendo sin techo y “arreglándosela como pueden”, remarca uno de los jóvenes que junto a otros recorren las calles y les brindan un plato de comida caliente a esos desvalidos.

“Somos custodios y guardianes de la vida de los demás, de los más pobres, de los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna, somos custodios de los discapacitados y todos los enfermos”, dijo el arzobispo durante el acto central de la Marcha de San Cayetano, en el Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.

Un día después de que las fuerzas federales –al mando de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón- reprimiera, una huella diaria de la gestión ultra derechista, a jubilados; discapacitados; trabajadores del Hospital Garrahan y a una decena de colegas que cubrían la multitudinaria marcha del miércoles seis de agosto y como las fuerzas federales rodeaban a los manifestantes “como si fueran un rebaño al que hay que empujar y llevarlos a un lugar de desprecio”, comentaba un vendedor ambulante que se sumó a esa demostración popular del pasado miércoles.

Ante ese panorama, el Arzobispo porteño manifestó que “No podemos desentendernos de los que sufren”.

García Cuerva pidió –en otro tramo de su homilía- “salir del chiquero de la descalificación”, obvia alusión a los insultos que todos los días destila el Presidente Milei para quienes no coinciden con su filosofía de gobierno. 

Así las cosas, la realidad social en la Argentina transita por dos mundos.

Uno, el de los reclamos, el de las movilizaciones por los despidos; por los ingresos misérrimos de miles de jubilados y pensionados; por la desfinanciación en la salud pública; en la ciencia; en la educación; en la obra pública.

Y el otro, el de gabinete del Presidente Milei y lógicamente de su persona que miran la realidad desde vidrios polarizados y obedeciendo las órdenes de quienes son sus mandantes; entre ellos el denigrante Fondo Monetario Internacional. 

Mundos, desde ya antitéticos.

(*) Alberto Bastia, Director Propietario de www.Enter-ate.com.ar  y 

Productor General y Conductor de “Palabras Sólo Palabras”, en Canal de You Tube