Regreso al oscurantismo: los nexos entre el movimiento antivacunas y las agrupaciones filo nazis

(www.DataClave.com.ar – CABA – Por Mauro Federico e Ivy Cángaro) El 13 de noviembre de 2025 empezaron las primeras amenazas de masacres a universidades argentinas. Fueron bravatas anónimas que llegaron a las casillas de correo electrónico de casi todo el cuerpo académico, y firmadas por nicks que hacían referencia al satanismo y al número 764, que es la identificación de una agrupación virtual internacional que nuclea a nazis, fascistas, pedófilos y abusadores.

La fecha no fue al azar: diez años atrás, un 13 de noviembre, una serie de ataques terroristas perpetrados por el Estado Islámico en París culminaron con una masacre en el teatro Bataclan, que dejó 131 muertos y más de 400 heridos. Fue el motor del recrudecimiento de la islamofobia que recorre Europa desde entonces y que, importada, llegó a la Argentina de la mano de algunos influencers y políticos cercanos al gobierno de Javier Milei.

El mensaje lo envió el usuario “Asmodeus764” y llegó a la Universidad de Tres de Febrero, lo que motivó que no se dictaran clases en toda la jornada. Comenzaba así: “En este correo les aviso que hoy a cualquier hora iré a una de las sedes de la Universidad para cometer una masacre. Iré con mi escopeta en mano y en mi mochila. Iré con explosivos y armas blancas para asesinar la mayor cantidad de gente posible. Era un estudiante de esta universidad que fue acosado y humillado desde el inicio, ustedes pagarán con sangre lo que me hicieron y cuando termine iré a los baños para suicidarme. Transmitiré en Discord la masacre a la organización 764 que me regaló sus armas, mi manifiesto lo encuentran en SkibidiFarms que es un foro de la Deep web que me motivó para vengarme de los que me hicieron daño”.

El mismo día, alguien que se ocultaba detrás del correo “Aguiladelasalvación1253” y que -al igual que Asmodeus- se presentaba como parte de la Organización 764, prometía lo mismo, pero en las sedes de la Universidad Católica Argentina (UCA). Sin embargo, un detalle acaparó la atención: más allá del formato casi idéntico del email, una frase se destacaba en mayúsculas por sobre las demás, ¡y entre signos de admiración se esperanzaba con que “ARGENTINA SE ELEVE COMO UNA NACIÓN ARIA HIPERBOREA!!”

El avance del nazismo

Lo inusual del concepto remite a otro episodio que en Data Clave contamos en detalle: la declaración del potencial asesino Fernando Sabag Montiel quien ya preso luego de haber intentado asesinar a la vicepresidenta en funciones Cristina Fernández de Kirchner, explicó ante el tribunal el significado de cada uno de sus tatuajes de simbología nazi y su adhesión a una corriente de pensamiento llamada “Sabiduría Hiperbórea”, creada por el argentino Luis Felipe Moyano Cires  y que tiene cientos de seguidores, especialmente en toda Latinoamérica. 

Moyano Cires fue integrante de la SIDE en los setenta, parte de la Triple A por su amistad personal con José López Rega, conocido como “El Brujo”, integrante de la Logia Anael donde López Rega fue maestre, y luego buche del Batallón 601. Ya en democracia se alineó con el coronel Mohamed Alí Seineldín, de quien llegó a ser colaborador personal.

Moyano Cires decía manejar a la perfección los secretos de la "física sinárquica e hiperborea" que permitía entre otras cosas "construir la campana electromagnética de los SS nazis, capaz de producir los túneles en el espacio-tiempo para la circulación de los vimanas", tal como detalla en su libro "Gnosis" que cincuenta años después sería fuente de consulta de Fernando Sabag Montiel. No hace falta entrar en disquisiciones acerca de los fundamentos a todas luces delirantes, pero es importante poner el foco en el quiebre emocional e intelectual de los seguidores de estas “doctrinas” que siempre viran al fascismo.

Moyano fundó la "Orden de Caballeros Tirodal de la República Argentina" que divulgó la Sabiduría Hiperbórea. La Orden tiene hermandad con la Orden Negra de los SS del III Reich y según Moyano, para entonces conocido como "Nimrod", ambas bebedoras de una misma fuente de Sabiduría. "La misión de los caballeros tirodal consiste en localizar a los elegidos y, si estos lo admiten, prepararlos iniciáticamente para afrontar con honor el próximo fin de la historia".

Fascinado por estas teorías, Sabag Montiel, un hombre roto y violento, creo un grupo de Telegram al que llamó “Gnosis Primitiva” para difundir y enseñar estos conceptos. Los mensajes del grupo contenían, según un informe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), "publicaciones o expresiones de teorías conspirativas, esotéricas o que buscan revivir o implementar la ideología del nazismo". 

¿Quiénes integraban y qué "debatían" en ese grupo y fuera de él? No se sabe demasiado, el teléfono de Sabag Montiel se vació ni bien fue apresado. Algo pudo rescatarse, de todos modos, y así se supo quien lo llamó desde Panamá durante todo el 1 de septiembre y hasta pocos minutos antes de disparar el arma: el panameño Yasserf Igor Jaramillo Ayala.

Bajo el seudónimo de Abdel Hakim y solo en Facebook abrió más de una docena de perfiles, a todos los administra y aunque algunos tienen poca actividad, en otros publica hasta la actualidad. Como Hakim, también, participaba en el canal de Telegram creado por Sabag Montiel y donde debatían las ideas de Luis Felipe Moyano y su Sabiduría Hiperbórea.

Los adherentes se llaman a sí mismos "viryas" y tienen todo un lenguaje propio. El 22 de agosto de 2022, una semana antes del intento de asesinato a la vicepresidenta Jaramillo Ayala decía: "Saludos a todos los kamaradas. Yo soy Abdel Hakim. Muchos ya me conocen. Soy líder en la sh. pero líder de mí mismo y de mi solito (...) Soy un virya o paráclito de lucifer".

El 29 de diciembre de 2020 reprodujo un posteo con una foto de CFK mientras le aplicaban la vacuna contra el coronavirus. "Hoy en un nuevo capítulo de 'Vacunas sin aguja' Cristina Fernández de Kirchner!". Todos ellos, y no es un detalle menor, son también partícipes del movimiento antivacunas.

En un informe de la PSA del 18 de octubre 2022, aparece que el 1 de septiembre de 2022 el celular de Sabag recibió 12 mensajes de whatsapp (a los que no se pudo acceder) del número de Panamá identificado con el usuario Hakim de Facebook, que no es otro que Jaramillo Ayala. La última comunicación fue a las 20:08, cuando Sabag Montiel, acompañado por Brenda Uliarte, llegaban a la esquina de Juncal y Uruguay con la intención de matar.

El grupo Gnosis se reconfiguró y sigue funcionando, está integrado por muchos panameños, colombianos, brasileros y fundamentalmente, argentinos de Córdoba, Mar del Plata y La Plata, tres enclaves de organizaciones nazis. La actividad en las redes es intensa y la participación en actos fuera de la virtualidad, también. 

Para ser parte de estas agrupaciones que funcionan del mismo modo que algunas sectas religiosas, hay que esforzarse por ser y parecer, cumplir requisitos y pasar por algunas pruebas iniciáticas de diversos tipos. Si bien la mayoría son simbólicas, en agrupaciones como 764 son pruebas reales que van desde doxxeo virtual a blancos fijos a autolesiones, y escalan hasta golpizas, homicidios o masacres.

Visto desde esta perspectiva, el atentado a la vicepresidenta argentina podría ser incluido en una prueba de pertenencia que cumplió Sabag Montiel, quien en juicio no pareció tener motivaciones personales tan contundentes ni desequilibrios mentales que le impidieran la comprensión de sus actos. En general, hacen de la conspiración en su contra un modo de ver la vida y plantarse ante ella, y con la pandemia llegó una de las conspiraciones más contundentes: la vacunación masiva.

La mayoría de los movimientos filonazis, fascistas y pseudo místicos son, además, antivacunas, y entre 2020 y 2022 saltaron a la calle para manifestarse. El lazo que previo a la pandemia estaba suelto, pues eran personajes rotos en agrupaciones muchas veces dispersas, se unió en objetivos comunes durante el imperio del COVID y no es difícil pensar que apareció también algún tipo de financiamiento de sectores de ultraderecha que vieron en estos personajes un motor de propaganda.

Un lazo que los une: la lucha antivacunas

En 2020 empezaron los primeros manifestantes argentinos contra las restricciones de circulación por el COVID, y cuando las marchas fueron masivas participaron de ellas funcionarios actuales como Patricia Bullrich o Gerardo Milman -curiosamente también involucrados en el atentado a CFK-. Bullrich, por entonces, fue la figura central en las acusaciones contra el ex ministro de salud Ginés González García por supuestamente pedir “retornos” a la compañía Pfizer.

"El pueblo argentino va a saber que el gobierno decidió que continuaran las muertes en Argentina. La gente se murió por eso y por las vacunas desviadas”, sostuvo. En su caso no estaba en contra de la vacunación, aunque sí de las restricciones de cuarentena, pero en el río revuelto quedó mezclada acicateando a los conspiranoicos con la teoría de que el gobierno estaba “matando gente”.

A fines de ese año se inició la vacunación masiva y gratuita, a la que cientos también se opusieron. A pesar de la prohibición, las marchas y escraches estaban a la orden del día, y el gobierno jamás las reprimió. No solo se oponían a la vacunación, la queja era extensiva a otras decisiones de gobierno y a buena parte del arco político.

Las convocatorias a las marchas, los debates de intenciones, los canales de información y la distribución de contenido político fue a través de redes sociales y grupos de Telegram y Whatsapp; el mismo método que se usa actualmente, o a través de influencers y divulgadores por canales de Youtube.

Participó activamente Revolución Federal con sus antorchas y guillotinas, la organización liderada por los reconocibles Jonathan Morel, Leo Sosa y Sabrina Basile -presos durante un mes por su posible participación en el atentado perpetrado por “Los Copitos”-, pero también Nilo Medina, el abogado de la organización que junto a su esposa fue un fervoroso impulsor de lo que llamó “plandemia”, al punto de ingresar por la fuerza a un hospital para “demostrar” que los internados por el virus eran una “mentira”.

Las mujeres de “Equipo Republicano”, entre las que se contaba a Ximena de Tezanos Pinto -la famosa vecina de Cristina- también fueron parte de las manifestantes contra la “infectadura”, como la llamaron. Las señoras a las que Morel de Revolución Federal apodó como “las Mabeles” no solo fueron en sintonía con esa organización en cada acto, sino que lograron el apoyo explícito de Patricia Bullrich, y recorrieron el país en una combi motorizando sus “denuncias” en forma de escraches y manifestaciones.

También fueron de la partida antivacunas los integrantes de “Fuerza UnidAria Argentina” y el “Centro Cultural Rittenhouse” de La Plata, nazis confesos que además de aplaudir a Sabag Montiel, a quien consideran un patriota, aplican doxxeo y hostigamiento a diversos “blancos” como esta cronista. Ellos también difunden sus “ideas” por grupos de Telegram y son seguidores de las ideas “hiperbóreas”, que sostienen que volverá Hitler redivivo de su escondite en la Antártida.

Todos ellos fueron parte de la “quema de barbijos” en el Obelisco, y puede vérselos en estas imágenes -en primer plano aparece Sabrina Basile, y sobre la derecha de la imagen los integrantes de “Fuerza UnidAria”.

En medio de ese fárrago de rotos también aparecía quien por entonces era una ignota cosplayer y hoy una diputada de la Nación, Lilia Lemoine, quien proponía un curioso método anticovid:

Entre toda esa caterva de rotos se destacaba una mujer, la doctora Chinda Brandolino, una mujer que milita contra la interrupción voluntaria del embarazo y promotora de la teoría de que las vacunas inoculan chips y controles que además de generar autismo, provocan que las personas atraigan metales como si fueran un imán. La médica recorrió el espinel de todos los medios periodísticos posibles, y su voz y su cara fueron emblema de la denuncia conspirativa hasta hoy. Si nadie la conocía hasta entonces, ahora es una “eminencia” del sector.

Brandolino, como todos los demás, es parte fundamental de los nuevos-viejos movimientos fascistas que en ese tiempo encontraron un nicho de difusión en las redes sociales y en los canales de Youtube. Uno de esos canales es TLV1, un compendio de reivindicadores de la dictadura, antivacunas, antisemitas y nazis confesos.

El canal de Youtube, que va por su segunda versión porque la primera fue bajada del sitio por su contenido violento, no solo está el programa que conduce Brandolino, sino que hay otro comandado por Gustavo Schulz, líder de la Agrupación Nueva Soberanía, también filo nazi, que convoca a un enorme público joven que se deslumbra con las insignias, vestimentas y mensajes del conductor. El “adoctrinamiento” es claro, y organizan grupos de lectura y campamentos donde se nuclea la rama adolescente: “La Juventud Nueva Soberanía”. La violencia está a la orden del día, y el afán de pertenecer y hacer méritos para ello, también.

“La naturaleza odia a los débiles”, dicen, mientras niegan el Holocausto, la dictadura argentina y ponen el eje en la toma del poder del mundo para restaurar un orden perdido, aunque hay contenido de dudoso coqueteo con la pedofilia. Todo confluye en que los miembros de 764 bien pudieron haber pasado por estos espacios previos, o bien seguir allí aún.

En estos días, precisamente, en ese canal se difundió una entrevista a Asunción Benedit, la organizadora de la marcha a favor de la libertad de los genocidas presos del 29 de noviembre en Plaza de Mayo.

Como decíamos, en el mismo canal tiene su programa Chinda Brandolino donde expone acerca de temas de salud, y desde donde promocionó el evento antivacunas que se hizo el jueves pasado en el mismísimo Congreso de la Nación, organizado por la diputada libertaria Marilú Quiroz, y con el aval del presidente de la Cámara, Martín Menem. El evento se anunció bajo la consigna: “¿Qué contienen realmente las vacunas COVID-19?”  

El programa contaba con charlas como “Vacunas calendario y autismo”, a cargo del médico Oscar Botta y “Víctimas ignoradas por el Estado: sangre de vacunados al microscopio”, presentada por la doctora Viviana Lens. El evento duró seis horas y entre los disertantes estuvo también el abogado marplatense Julio Razona quien, también desde pandemia, se erigió como un adalid de la lucha contra los laboratorios y usó esa mediatización como trampolín para candidatearse a intendente de la ciudad balnearia por el partido liderado por José Luis Espert en 2019.

Otro de los presentes fue el licenciado de Administración por la UBA Pablo Stolkiner, que afirmó que la pandemia fue, simplemente, “un invento”.

En momentos en que la vacunación infantil se encuentra en su punto más bajo, la biotecnóloga Lorena Diblasis presentó a un hombre que exhibió una de las supuestas “secuelas” que le dejo la aplicación de dos dosis de las vacunas Covid-19 por AstraZeneca. El hombre, con el torso desnudo, con mayor o menor suerte intentó demostrar, asistido por Diblasis, que los objetos metálicos “se le pegan” al cuerpo, argumentando que se trata de una “magnetización”.  “Esto no es grasa en la piel, señoras y señores. A él no le sucedía esto. Y de esto no se habla. Me gustaría saber qué tienen para decir los médicos”, agitó.

Que al hombre se le peguen objetos metálicos no es nuevo ni tiene que ver con las vacunas. Como fenómeno de circo ya había estado en televisión 2014 en el programa de Mariana Fabbiani mostrando su destreza, cuando el covid ni siquiera era el desvelo de ningún pangolín.

El inefable Agustín Laje, en un video que borraron de Youtube, pero del que sobrevive este fragmento, te cuenta que están todos juntos. Para Laje la Chinda es “una patriota”. Seguramente Laje le consiguió el espacio en el Congreso para que propague sus delirios peligrosos.

Si Sabag Montiel y Brenda Uliarte, Nilo Medina y Jonathan Morel, Chinda Brandolino y los miembros del Centro Rittenhouse, y los seguidores de Nueva Soberanía entre muchos otros convergieron en un mismo tiempo y espacio y en similitud de ideas “hiperboreas”, al leer la amenaza de masacre contra la Universidad Católica Argentina por un aspirante a pertenecer a la organización 764, es dable pensar que bien podrían ser personas de estos mismos espacios, cumpliendo una misión lesiva para obtener el aval de ingreso a la secta.

Es curioso que tres actos aparentemente inconexos, que suceden en una misma semana, como las amenazas a las universidades, el acto antivacunas en el Congreso de la Nación y la marcha por la liberación de los genocidas, tengan a tantas personas girando en los mismos círculos. Ni que fuera un plan de la extrema derecha para actuar en varios frentes.