El asesino que escapó a la maldición del Che
Mario Terán, fallecido días atrás a los 80 años, vivía sólo y víctima del alcoholismo, pero siempre bajo el paraguas del Ejército boliviano que lo acobijó hasta que su cuerpo dijo basta. El hombre que mató Ernesto Guevara es uno de los pocos militares bolivianos al que lo alcanzó la muerte natural. El resto, no pudo evitar la maldición