Turquía, la plataforma de reexportación de relojes suizos hacia Rusia

(www.Swissinfo.ch – Berna – Ankara – Elías Baillif) Febrero de 2022. Rusia invade Ucrania. Diversos relojeros suizos se apresuran a suspender las entregas que tenían programadas en Rusia, algunos incluso cierran sus tiendas en este país.

En marzo, es el turno de la Confederación de intervenir. Prohíbe formalmente la venta y exportación de artículos de lujo a Rusia. A partir de ese momento, las empresas suizas ya no pueden exportar a este país ningún artículo con un valor superior a los 300 francos suizos. Y esto incluye también la posibilidad de pasar por terceros países.

El camino turco

Paradójicamente, los relojes suizos siguen vendiéndose en Rusia. Simplemente, han encontrado nuevas rutas de tránsito.  “Las marcas suizas comprendieron rápidamente que la demanda en Rusia aún era sólida. Así que las empresas decidieron echar mano de las plataformas de reexportación. El negocio sigue adelante. Pero no a través de redes oficiales, sino extraoficiales”, explica el periodista especializado en relojería Grégory Pons.

Turquía está en el corazón de estas redes extraoficiales. Durante el segundo semestre de 2023, las exportaciones a este país superaron en un 50% el valor más elevado reportado antes del inicio de la guerra en Ucrania.

Y aunque algunos de estos relojes se destinan a acaudalados ciudadanos rusos que huyeron de su país, hay otros que se reexportan a Rusia vía algunos intermediarios. Estos últimos aprovechan la ausencia de sanciones turcas hacia Rusia.

“Cada vez que se imponen sanciones, observamos un incremento en las relaciones económicas ruso-turcas. Turquía está aprovechando las restricciones que afectan a sus competidores para desarrollar su propio comercio con Rusia. Y puede servir también de centro para eludir las sanciones. Rodeada desde hace mucho tiempo de países sancionados (Irak, Irán, Siria), Turquía se ha vuelto una experta en la materia”, explica Dorothée Schmid, responsable del programa Turquía Contemporánea y Oriente Próximo del Instituto Francés de Relaciones Internacionales.

Moscú permite a Ankara comprarle gas. A cambio, los aeropuertos y puertos turcos suministran a sus homólogos rusos productos agrícolas, materiales de construcción, vehículos, piezas de repuesto y.… relojes.

¿Qué dicen las marcas?

Una vez que los relojes han llegado a su destino -habiendo cesado las marcas suizas toda su actividad en Rusia-, son los distribuidores locales los que se ocupan de revender las piezas. Y si han recuperado las coordenadas de clientes de las empresas suizas actualmente cerradas, se benefician además de los contactos de compradores potenciales en Rusia.

“Hemos alargado la cadena de intermediarios y los precios de los relojes han aumentado, pero esto no cambia nada para los oligarcas. Simplemente (el proceso) les resulta un poco más complicado y costoso”, resume Grégory Pons.

Interrogado al respecto, el Grupo Swatch (Breguet, Omega, Tissot, etc.) no descarta que sus relojes estén eventualmente llegando a Rusia a través de Turquía.

“Es posible que algunos de nuestros productos sigan disponibles (en Rusia) a través de ciertos minoristas ajenos a nuestro grupo, que venden existencias previas al conflicto”, dice y concede que “es concebible también, aunque esto se escapa a nuestro control, que algunos minoristas hayan creado un mercado de importaciones paralelo”.

La respuesta de Rolex es semejante: “Todas las ventas de relojes Rolex realizadas actualmente en ese país (Rusia) están a cargo de minoristas locales independientes y privados, ellos venden los relojes que tienen disponibles en sus propias existencias”.

Breitling, Patek Philippe, Piaget, Zenith y Hublot declinaron hablar sobre este tema. Ninguna de estas marcas comentó las medidas adoptadas para impedir la reexportación de sus productos a Rusia. Para Yves Bugmann, presidente de la Federación Suiza de la Industria Relojera, las marcas suizas están aplicando escrupulosamente las sanciones. Con respecto al mercado turco, “hasta ahora, no hay nada que nos permita poner en evidencia alguna evolución particular que haga suponer la elusión de sanciones”, dijo al programa Forum de RTS. “Ya hemos vivido periodos similares de expansión antes de la guerra de Ucrania”, añadió Yves Bugmann.

El rastreo de los relojes

“Los relojeros pueden decir que ellos simplemente exportan a Turquía y ya está. Y el resto no es responsabilidad suya”, afirma Thomas Baillod, especialista en distribución relojera a nivel internacional.

Pero, en su opinión, las empresas sí están en capacidad de conocer en dónde terminan sus creaciones. “Para activar la garantía, algunas marcas exigen que el cliente final se registre. Así que sí conocen el paradero de sus relojes. También sabemos cuándo regresan los productos al servicio posventa. Somos capaces de dilucidar si hay un problema en alguna parte”, detalla Thomas Baillod.

Los relojeros entrevistados declinaron comentar si era posible, o no, seguir realmente el rastro a las exportaciones de relojes hasta su destino final.

El doble juego de Turquía

Cortar los lazos con Rusia, pero sin eliminar los vínculos que tiene con Occidente ha sido el doble juego de Turquía en los últimos años. Por un lado, ha optado por no aplicar ninguna sanción contra Rusia, al tiempo que le provee productos que están sometidos a embargo.

Pero por el otro lado, busca mantener cierta cercanía con Estados Unidos y la OTAN, de la que es miembro. “El año pasado, los llamados de atención de Washington llevaron a los bancos turcos a dejar de comerciar con Rusia. Turquía también se acercó a la OTAN al autorizar la entrada de Suecia y Finlandia, a cambio de la promesa de aviones F16 estadounidenses”, explica Dorothée Schmid, responsable del programa Turquía Contemporánea y Oriente Próximo del Instituto Francés de Relaciones Internacionales.

“Pero ahora, considerando las elecciones presidenciales que se avecinan en Estados Unidos y la posible elección de Donald Trump, las cosas avanzan en otro sentido. Los turcos no quieren encontrarse solos de cara a los rusos, a los que han incomodado un poco en los últimos meses. Así que realizan acercamientos nuevamente”, añade la investigadora.

SECO es evasiva

¿Las autoridades suizas que son responsables de aplicar las sanciones han intentado averiguar más sobre el incremento en las exportaciones?

Algunas personas expertas contactadas por RTS lo dudan, y acusan a la Secretaría de Estado de Economía (SECO) de ignorar deliberadamente la reexportación de relojes suizos a Rusia. Según estos especialistas, SECO sería consciente de este riesgo, como lo confirmó una marca de lujo ginebrina contactada por RTS.

La SECO asegura que persigue sistemáticamente las infracciones. Explica que para detectar cualquier infracción “analiza constantemente los flujos comerciales con objeto de identificar los factores de riesgo relativos a la elusión de sanciones sobre las mercancías”.

Lo anterior permite a SECO realizar controles concretos cuando esto se requiere. “Son controles basados en el riesgo”, añade la autoridad, pero no ofrece más detalles. Asegura, no obstante, que conoce bien las cifras de la industria relojera y reconoce que es un sector con mayor riesgo que otros.

SECO añade que colabora con las autoridades extranjeras y “realiza aclaraciones detalladas”. Pero es imposible conocer si han existido aclaraciones de este tipo con las autoridades turcas. La autoridad solo afirma que “no está en condiciones de responder esta pregunta”.

Las joyas también se ven afectadas

Los relojes no son los únicos artículos de lujo en los que se observa un crecimiento en las exportaciones hacia Turquía.  El envío de joyas ha crecido de forma aún más espectacular. Al igual que los relojes, este sector también está en el punto de mira de las sanciones adoptadas en 2022. Pero las respuestas de SECO son idénticas también en este caso.

Texto adaptado del francés por Andrea Ornelas / Carla Wolff